jueves, mayo 31

"Amor es un sentimiento, monogamia es una regla"

(de la Netflix-Serie "Explained")

El amor es un sentimiento de formas distintas, de explicaciones/justificaciones y excusas distintas, que dependen de la persona que responde a la pregunta "qué es el amor".

Algunas personas le llaman tener una "idea romántica" cuando hablan de un amor entre dos personas y monógamo. Yo le llamo una norma aprendida y que ha sido poco respetada, pero que se insiste en idealizar, y con la que se juzga, se reprime y se intenta mantener un orden -sobre todo heteronormativo- que no necesariamente nos hace feliz.

Sino mira los miles de ejemplos a nuestro alrededor, cuántas personas están juntas por sus hijxs, por su casa, porque no quieren estar solas, por el qué dirán, porque así es la vida, porque creen que se les va el tren, porque creen que nadie más las va a querer...etc... pero no -solo- por amor.

Para qué nos sirve la monogamia? qué nos ofrece? seguridad? garantía? es un compromiso? una idea -romántica- de ser complementos, de la necesidad de una otra persona para poder vivir felices?
Y... y si te hace feliz tener más de una pareja? y si quieres tener sexo con más de una persona? Si te enamoras de dos (no más para que no se asusten) personas al mismo tiempo?
  • Un momento!! Cómo que el amor monógamo no nos hace feliz? No hemos visto acaso las miles de películas y libros que se han hecho sobre el amor puro de dos almas gemelas (entre un hombre y una mujer, por supuesto!!)? sobre lo bello que es encontrar a esa otra persona que te complementa?? que te salva? que te llena? 
Mmmmm el problema con la noción de complementariedad es que mella los esfuerzos que podemos estar haciendo para ser felices con nosotras mismas, y así perder la perspectiva de lo que esperamos en las otras personas para que nos hagan feliz. Yo creo en un amor saludable que empieza por amarse a sí misma, por ser capaz de estar conmigo misma, en mi soledad o acompañada. Solo así puedo saber diferenciar cuándo esa otra persona me está haciendo daño. Porque si no, creerás amar a quien necesites o a quien debes, pero no a quien quieres y podrás creer que amar implica sacrificio, sufrimiento, peleas.

Imagínate una relación en la que no hay peleas, solo discusiones razonables, aún cuando son emocionales. Imagínate una comunicación abierta todo el tiempo, imagínate que eres y son honestas contigo todo el tiempo, que te respetan y que respetas a la persona en su forma de ser. No es eso amor?

Y... para que sea verdadero amor, tiene que ser entre dos personas, exclusivamente? Podemos amar a dos personas al mismo tiempo? Podemos ser NO la única persona que ella o él ama? Puedo aceptar no ser "la única"? Estas preguntas abren otras que van desde las interrogantes sobre el cómo reconocer si estás realmente nuevamente enamorada hasta las de cuán práctico puede ser "eso de la poligamia": cómo se gestiona una relación con más de dos personas? Cuando él tiene otra amante o cuando yo tengo dos amantes, cómo me las arreglo? Cómo puedo soportar no ser la única? La idea de poligamia es más plausible si es que como personas no "necesitamos" amar a una otra persona y sobretodo no necesitamos poseerle, sino que solo deseamos o solo amamos.

Monogamia puede ser subvertida, dejar de ser esa herramienta usada para controlar, para normar vidas en una manera heteronormativa, con claras reglas para mujeres y para hombres heterosexuales. (Sino, por qué crees que cuando se habla de relaciones homosexuales, se asume que la promiscuidad es parte de éstas?). Monogamia no tiene que ser la única forma de comprometerse con y/o amar a otra persona.

Imagínate que puedes establecer una relación con más de una persona, sabiendo identificar que no es por insatisfacción con una de ellas o porque te falta algo, sino por las personas en sí mismas. Imagínate que somos capaces de aceptar no ser la única persona a la que aman y no sentir que por eso somos menos importantes, sino que nos sentimos igual de importante, igual de únicas en relación a esa persona, a lo que se vive y se siente con ella. Imagínate que no te unen a esa(s) persona(s) ni los prejuicios, ni las expectativas sociales, ni tus miedos, ni tus necesidades, sino solo el afecto? No es eso amor? 

viernes, abril 13

Ella es una menos

Ella otra vez. Ella escucha una llamada suya y le cree. Él le dice que esta vez será diferente, que será el padre que sus hijxs necesitan. Será su padre por fin. Ella siente emoción, cree que por fin va a formar una familia con el padre de sus hijxs. Entonces le dice a un pretendiente que ya no quiere saber más de él, que prefiere estar sola. Ella busca al que la llamó y la endulzó. Le abraza, le besa, le dice que le cree, que le ama, que quiere intentarlo.
Pasan un día maravilloso juntxs, primero con sus hijxs, luego a solas. Caricias y besos. Todo le hace pensar que esta vez sí es de verdad.
Regresan del hotel, todavía con el sudor del amor en el cuerpo, se encontrarán con sus hijxs y la seguirán pasando bien, piensa ella. Pero lo que no sabe, es que él lo tiene todo planeado.
Una semana antes del encuentro, él se enteró que ella había estado saliendo con alguien. Y está convencido que ella es una puta por estar con “alguien” que no es él, a pesar de que ellxs no tienen nada que ver hace años, a pesar que él ha tenido otras mujeres en su vida, a pesar de que viven a cientos de kilómetros de distancia, a pesar de que lo único que tienen en común son sus hijxs. Y porque ella no le ha contado que estuvo saliendo con alguien hasta hace poco. Porque no le ha contando que dejó a ese hombre intempestivamente para correr a sus brazos. El no habérselo dicho confirma sus creencias sobre la “putez” de esa mujer. Lo ramera que es. Y lo tiene todo planeado.
Entonces, cuando llegan a recoger a sus hijxs de la casa de lxs abuelxs, él llama a un taxi, les grita a lxs tres que se suban al taxi, RÁPIDO! Ella pregunta: qué sucede? no se supone que íbamos a pasar el fin de semana juntxs? Ella no entiende! no se supone que acaban de dejarlo todo en la cama, que comenzarán a reescribir su historia? no era esa la razón de estar ahí? de sus horas de sexo?
Él sigue gritando. Ahora no sólo les obliga a subir al taxi, sino que la humilla delante de sus hijxs, la insulta, le dice perra, que no vale, que él lo sabe todo, que no le puede engañar, él sabe sobre “el otro hombre”. Ella intenta explicar que ese otro hombre ya no importa, que cuando él la llamó, ella se decidió por él. Pero él no la escucha. Apabulla sus explicaciones con más insultos. Le grita al taxista que se lleve a “ESA”, desaparece, le dice. Lárguense! les grita.
Mientras tanto, ellxs, esxs niñxs que no terminan de entender lo que está pasando, lloran. Preguntan entre lágrimas: qué sucede mamá? qué pasa papá? Nadie les escucha. Nadie les explica lo que pasa. Aparentemente su madre ha hecho algo malo, tan malo como para enfurecer a su, hasta ahora ausente, papá. Tan malo, como para acabar con el sueño de una “familia feliz”. No les duró ni un día, pero ya era una promesa, estaban felices.
Ellxs, sus hijxs, jamás olvidarán el rostro de su madre al verla regresar abrazada con su papá, tan feliz, tan radiante. Su sonrisa era una promesa de felicidad. Y ni diez minutos después, toda esa ilusión perdida, el nuevo rostro de su madre, la tristeza, la rabia, la decepción. El maltrato, los gritos, las lágrimas. Una nueva promesa, una nueva demostración de la clase de persona que ese tal padre es.
El taxi avanza. Ellxs lloran, ellxs tiemblan, cada unx de ellxs. Ellxs quedan marcadxs, para siempre.
Algo han aprendido de ese día. Cada unx se lleva una lección que la aplicarán de manera distinta en sus vidas. La madre sellará para siempre las puertas del amor para aquel tipo, y quizá para cualquier otro más, ahora será pragmática, sabe que una mujer sola con hijxs recibe menos valor en nuestra sociedad, entonces buscará la manera de compensar ese vacío, no permitirá que la vuelvan a ofender, a gritar por estar sola, por tener hijxs “sin un hombre al lado”.
Lxs hijxs aprenderán de manera distinta su forma de ver y valorar a hombres y mujeres. Para una de estas personitas le bastará con observar lo sucedido, no preguntará “por qué”. Esa experiencia le enseña que así es la vida, las mujeres valen según su sexualidad y con cuantos hombres una se acueste, cuando crezca insultará y tratará a las mujeres como su padre trató a su madre aquel día. Justificará sus acciones basándose en “la sociedad” y en “como las cosas son”, es decir, una mujer debe saber cuidar su reputación. Es decir, una mujer con hijxs no puede tener “otros maridos” que no sea el padre de sus hijxs. O si los tiene, debe ser solo uno, quizá él, pero su pasado será excusa para ofenderla. Una mujer vale indirectamente proporcional a lo activa que es su sexualidad.
La otra personita que observó y absorbió todo lo sucedido, se ha quedado impactada por el rostro de su madre, le preguntará: qué ha ocurrido? La escuchará, llorarán juntas. Aprenderá de la verdad, de lo injusto de la situación. Aprenderá que nadie tiene derecho a humillarte de esa manera. Se encolerizará mucho! Se prometerá a sí misma que no permitirá nunca que eso le pase! Jurará luchar contra aquellas personas que le restan valor a las mujeres (a las personas) por su libertad. Odiará a ese hombre, a su padre, pero solo a él, porque su madre le repite que no debe tener miedo de los hombres en general, que los hombres no son malos, solo su padre es un IDIOTA, una BESTIA, que ella escogió mal, porque ella también fue idiota. Pero no volverá a pasar. Le promete que si como persona se esfuerza por ser mejor cada día se cruzará en su vida con muchas buenas personas. Esta pequeña personita le creerá.
Sin embargo, su madre no volverá a sonreír. No de esa manera, no como aquella tarde. Para ella la ilusión se desvaneció, se hundió con los gritos de él y se perdió entre el llanto ahogado de ella. Para ella, le dice a sus hijxs, se lo dice a sí misma, ya no hay esperanza. Ella es una más y es una menos!
Para que no hayan más madres sin ilusión por culpa de la humillación! Para que lxs hijxs no aprendan y repitan el machismo de sus padres y madres! Para que más niñxs crezcan con ilusión, con esperanza, libres de machismo, gritemos "Ni una menos!"

Otra menos

Tienes veintipocos? hace cuánto que estás con él? dos, tres años? hace cuánto te convencistes, que debes estar con él “a pesar de todo”?
Qué es “todo”? insultos? perra? puta? desaires?
Cuándo aprendiste a justificar que te traten así, que él te trate así? Cuándo aprendiste a querer tan insanamente? Dónde te convenciste que el amor es como de telenovela, con gritos, peleas, drama y escándalo? Alguna vez no pensaste “qué idiota! cómo aguanto tanto”? Estuviste realmente convencida de que era un final feliz, aunque el camino para llegar a ello fue una mierda? O tú, cuándo fue la última vez que te sentiste feliz y orgullosa de lo que eres? Cuándo fue la última vez que te sentiste triste, despreciada? cuándo fue la última vez que él te gritó e insultó, pe, pu, pa, po?
Cuándo fue la última vez que te quisiste? Cuándo?
De verdad no crees que puedes ser “más” feliz SOLA? y después -quizá- con otra persona? De verdad no crees que hay un mundo más ancho, mejor y más excitante, que el que tienes al lado de ese sujeto?
Para mí, él no es el villano de la historia, él es un producto más de una sociedad machista, como tú. Pero se convertirá en villano y tú en víctima si sigues con él. Si permites los gritos, si sigues diciéndote e insistiendo, que lo amas “a pesar de todo”!! Los gritos se vuelven resentimientos, heridas! Los gritos se pueden volver golpes! Sus gritos tienen una razón de ser. Él te juzga como mujer, juzga tu sexualidad y cree que mereces que te juzguen por ello. Y tú se lo permites! Tú validas su forma de pensar! Yo creo que tú piensas lo mismo de ti. Estás convencida de que tu valor depende de tu vida sexual. Te han enseñado a sentirte mal, a tener vergüenza por tener una vida sexual. Te han enseñado a esconder tus deseos y/o a disfrazarlos de rebeldía y a aceptar que en comparación a los de un hombre, no son normales, moralmente correctos o bien vistos. Te has creído el cuento, como muchas, como casi todas, y juzgas también de esa manera a las demás.
Pero te cuento que no tiene que ser así, créeme! Hay personas, hombres, mujeres, personas, que no te van a medir según el uso de tu “cul...”! Hay personas que te valoran por los otros cuarenta mil detalles que puedes tener: tu forma de ser con las personas, tus deseos de lograr tus metas, tu esfuerzo, tu forma de querer! Por eso hay que querer de forma distinta, y NO “a pesar de todo”, SINO “por todo”. Si hay algo que no te convence, si crees que te mereces más, NO te conformes! Por eso, si tú no les enseñas, que tú te quieres de una forma distinta, si tú no les dices “no tienes derecho a juzgarme”! Si tú no dejas en claro que no aceptas que te “traten mal”! Entonces no hay forma que l@s demás crean que vales -más-.
Ese sujeto no debe respetarte “porque eres mujer”! Ser mujer no te hace más o especial! Ser mujer u hombre, da lo mismo si no sabes apreciarte, respetarte, y a l@s demás. Un hombre no debe darte regalos porque eres mujer, para poder tener sexo contigo. Un hombre no tiene que gastar en ti para poder recibir “cariño” de tu parte. El dinero marca relaciones de poder, de pertenencia. Pregúntate si quieres ser dueña de ti misma, de tu cuerpo, de tus decisiones o si quieres vivir dependiendo de lo que otr@s te dan, de lo que otr@s dicen!
A tus veintipicos o a tus cuarentaymuchos, creo que vivirías -más- feliz sin gritos, sin insultos, sin ese macho y sin tu ser machista!

Carta a mi hijx trans no nacidx

Mi pequeñx,
lo primero que quiero decirte es perdón por asignarte un género con el que no estás conforme. Lo siento mucho, de verdad! Es cierto que lo hice (seguro tu papá también) con la esperanza de que tú te identifiques con este género. Tienes que entender que este mundo es binario por excelencia, tus genitales ya tenían género antes de que nacieras. Las leyes y formas nos obligan a decidir por ti. Lo siento!
Cuando digo que esperaba que te conformaras, créeme que no es porque crea que ser como eres esté mal. Para nada! Mi vida adulta la estoy dedicando a luchar contra ese mensaje hacia las personas trans! Pero tienes que comprender que esta sociedad,
-y aquí tengo que decirte por primera vez: “porque soy mayor que tú he vivido más que tú y por eso sé un poco mejor cómo funcionan las cosas” (cuando crezcas podrás desafiar esta postura mía)-
que esta sociedad es cruel con personas que no se conforman, que son subversivas, como tú. Tu sola existencia la verán como una amenaza. Tu cuerpo será visto como un arma, a la que le mostrarán rechazo, miedo y -muchas veces- odio. Créeme, lo he visto. Entonces mi pequeñx, por supuesto que tenía la esperanza que no tengas que pasar por tanto dolor, que tu vida sea menos difícil.
Pero también te puedo asegurar que desde el momento que me digas, o que empieces a jugar entre las barreras del género, seré tu animadora number ONE! Cuando empieces a querer vestir las ropas de lo que la sociedad te ha enseñado que NO le pertenecen a tu género, iré contigo de la mano! Compraremos en la sección “prohibida” y lucharemos juntxs frente a las miradas inquisidoras de la sociedad! Por supuesto! Cómo no entender que creas que la construcción de tu identidad depende de la apariencia que tomes? Cómo no comprender que para poder decir que eres tú, necesitas cambiar tu apariencia? Si mi sola presencia, y la de tu padre, yo con vestidos y él nunca con vestidos en la calle, te han enseñado que así nos diferenciamos las mamás de los papás, las mujeres de los hombres, las chicas de los chicos. En todo momento estuvo así presente: nuestra heteronormativa imagen. Cómo podría discutirte que quieras afianzar tu identidad con lo que crees que te corresponde? No! Al contrario, AHÍ ESTARÉ celebrando cada elección de ropas que hagas! (me haré a la fuerte cuando quieras usar colores, que yo considero totalmente estereotipados, sufriré, pero ahí estaré)
Iré contigo de la mano! No obstante, debo advertirte que si quieres jugar con los juguetes que se supone le pertenecen al género con el que te identificas, te enseñaré que yo no creo que los niños deben jugar con tal o cual cosa exclusivamente, o las niñas. También te puedo asegurar, y desde ya te pido disculpas por las largas conversas, que voy a discutir contigo a tus cortos años, lo sexista de la publicidad de los juguetes y voy a motivarte a no sucumbir ante ese sexismo! Pero, créeme que si insistes en que quieres un determinado juguete porque te hace sentir bien, no te lo voy a prohibir, pero vamos a hablar -probablemente siempre- sobre ello, hasta que ambxs seamos conscientes del por qué.
Porque, mi pequeñx, yo deseo de todo corazón, que no seas solo consumista en esta sociedad. Yo deseo que pienses en lo que quieres y en por qué lo quieres. Ya pues, si tienes tres años no podremos discutir mucho, pero ahí estaré, esperándote, observando y aprovechando las oportunidades para hacerlo.
Desde ya tengo que decirte que cuando empieces a sentir el rechazo de la sociedad, me voy a enfurecer. Pero por favor, te pido que me ayudes a recordar que mi dolor o molestia no deben ser las protagonistas. Que se trata de ti, de tu vida, de tu cuerpo. Ayúdame a recordar que no debo olvidar nunca eso! Pero créeme que si en el jardín de niñxs ya te muestran intolerancia (discriminación!) de algún tipo, voy a intentar hacer “gender trainings” con todo el mundo. A veces voy a exagerar, pero seguro tu papá me ayudará a entender cuándo vale la pena insistir, y cuándo no, y él y yo encontraremos maneras estratégicas de lidiar con tal discriminación.
Igual debo pedirte disculpas porque voy a querer protegerte de cada troglodita, pero no voy a poder! Y a pesar de mis deseos de que no vivas ninguna forma de violencia, voy a insistir en que te quedes en ese colegio a pesar de esos episodios con la/el profe y sus “chistes” desatinados, o con tus compañerxs que también han aprendido cómo funciona este mundo binario, y por eso tu sola presencia les causa irritación. Sí, te voy a insistir que sigas en ese ambiente, porque, mi pequeñx, así también es el mundo a gran escala y debes prepararte. Ese será solo un campo de batalla de los muchos que te tocarán vivir. Ya sabes, ahí estaré yo, armada hasta los dientes, e intentaré no olvidar que tú eres quien comanda la lucha y que yo puedo ser todo menos la razón de esa lucha.
Asimismo te pido perdón por las veces que voy a hacer de tu vida, de tu sola existencia, una plataforma de lucha. Ahí también deberé aprender cuándo es demasiado, cuándo eres tú quien debe luchar y cuándo debo callar. Sin embargo, mi pequeñx, tu vida, tu dolor, ya son razones de lucha para muchxs otrxs, y espero que en algún momento te sumes a ellxs! Que no, porque nos tienes a nosotras que te respetamos, amamos y te hacemos sentir segurx, creas que el mundo no necesita de tu fuerza, de tu voz. Será, creo yo, un privilegio tenernos a tu lado, pero también de tus privilegios debes ser consciente y ser capaz de ver más a allá de ellos. Y ahí conocerás personas maravillosas! Personas, que ya luchan por ti, incluso antes de que nazcas. Y créeme necesitarán de tu voz.
Con el tiempo te darás cuenta que no solo la apariencia o las actividades –pueden diferenciar- diferencian a las personas en chicos y chicas. En algún momento empezarás a notar que tu cuerpo es distinto a lo que se supone que tu identidad dice que debe ser. Te darás cuenta que hay aspectos de tu rostro, tus caderas, tu torso, tu trasero, tus vellosidades y tus genitales –y sus funciones- que son drásticamente diferentes a lo que se supone “debe ser”. Te lo advertí, tus genitales ya tenían género, desde antes de que tú seas consciente de su existencia, desde antes de que nacieras! Y sí, ahí estaré y hablaremos sobre ello. De las alternativas, de las posibilidades. Te contaré de un amigo trans que aprendió a vivir como hombre con vagina y que disfruta de su sexualidad y no cree que le falte algo (en su caso, su acercamiento al feminismo fue clave para esta postura). Te contaré de una amiga trans que se considera muy subversiva, y lo es, porque tiene pechos voluminosos y pene, y dice ser feliz con esta combinación (aunque no se lo confiesa a muchas personas, porque esperan de ella que quiera una vagina). Pero también te hablaré de los otros casos, en los que personas trans quieren y desean una operación para tener otro tipo de genitales. Te acompañaré mientras descubres qué es lo que tú quieres. Desde ya te digo que también discutiremos sobre tus razones, e intentaré motivarte a ser críticx y reflexivx con cada decisión que tomes.
Sí, a veces será un poco fastidioso. Pero créeme que quiero que tomes la decisiones basadas sobre todo en ti y no sólo –porque es inevitable- en lo que la sociedad quiere de ti. Porque mi niñx, tú ya eres una muestra que a pesar de que la sociedad, tu padre y yo, te hayamos asignado un género y un nombre y toda la nomenclatura que eso conlleva, eres capaz de contradecirla, entonces espero que no creas que DEBES ser –ojalá casi siempre- de un modo u otro sólo porque tienes determinada identidad de género! Porque mi niñx, como seguro ya te diste cuenta, gasto mis horas en luchar contra el sistema heteronormativo en el que vivimos y que da valores distintos al ser mujer u hombre. Entonces mi pequeñx, tus decisiones serán parte de mi observatorio social. Lo siento, pero -afortunadamente- así se ha socializado tu madre!
No te preocupes que no te faltarán ejemplos de vida. Te contaré te tu tía abuela Diana y la primera vez que supe, a los cinco años, quién era y que ella era una persona trans. Te hablaré de mis aprendizajes y luchas al lado de tu abuela Belissa, la que te tejerá un roponcito y seguro te contará ella misma de sus aventuras y desaventuras. Te contaré de Andrea, Inti, la mocosa Daniela, Jeimy, Celeste, Francis, Vivian, Josselyn, Dayana, Taki y muchas otras bellas personas que he tenido el honor de conocer, y con las que he compartido no solo luchas sino también risas, conversas (banales y profundas), cosas cotidianas e inesperadas. Personas que espero te ayuden a darte cuenta que no estas solx, que son muchas más las personas que como tú nacieron diciéndole NO a la imposición más básica del sistema social: tu género, y ahora están viviendo en él desde sus individuales puntos de vista.
Mi pequeñx, no quiero asustarte porque parece que creo que el mundo y el sistema son una mierda –a veces, muchas veces-, solo que tienen aspectos que necesitan ser mejorados, he ahí donde tú y yo jugaremos un rol importante. De verdad deseo que me concedas el honor de saber lo que pasa por esa cabecita, con tus sentimientos y deseos, tus identificaciones, tus contradicciones y confrontaciones. Ojalá puedas vivir tu vida como quieres vivirla. Ojalá no esperes a los 30 ó 40 ó a los 60 años para vivir tu verdadera identidad. Ojalá no creas que debes mentir, adaptarte, disimular para sobrevivir. Te contaré de las personas que lo han hecho y han tenido una vida llena de frustraciones y de apariencias que a veces demoran en ser perdonadas. Pero también te contaré de Daniela, Lukas y Andrea, quienes decidieron empezar a vivir su verdadera identidad cuando ya eran progenitorxs, que se tuvieron que enfrentar al rechazo de sus parejas, al juicio de sus hijas y que finalmente ganaron el amor de sus niñas porque les demostraron que su capacidad de amar y de educarlas, no tenían nada que ver con la forma en la que querían vestir, ser llamadas o caminar. Sus historias no son del todo felices, pero en las palabras de sus hijas puedes notar la admiración hacia sus progenitorxs trans, muchas veces más fuerte que hacia el o la otra progenitor. Ser quienes son es un ejemplo que sus hijas valoran y del que se sienten orgullosas. Entonces, si deseas simular por mucho tiempo, ahí estaré, esperando que quieras mi mano para caminar juntxs, gritando lo que habías ocultado por tanto tiempo, o diciéndolo en silencio, sea como sea, ahí estaré.
Tengo mucho más que quiero decirte, pero creo que debo dejar algunas palabras para nuestras conversas face to face.
Las conclusiones y finales no se me dan muy bien, ya te darás cuenta cuando te diga que te amo hasta el horizonte. Tu papá sugirió que terminara esta carta con “Fin y punto” (entre risas). Ya lo conocerás, y te darás cuenta lo pragmático que puede ser a veces. Yo no creo que “Fin” sea lo que más se ajusta a lo que quiero decirte con este final. No puedo prometerte un final. No, sabiendo todo lo que nos falta por vivir. Lo más apropiado es decirte y prometerte “un continuará”. Tu nacimiento, tu existencia serán el comienzo de muchas, pero muchas historias que tendré el orgullo de vivirlas a tu lado.
Tu Madre

P.D.: esta carta también se aplica si –además- eres homosexual o asexual. Pero, si resultas machista o de derecha –no necesariamente extrema- o avarx capitalista, ahí no te puedo prometer comprensión incondicional. Ahí si será una lucha constante entre nosotrxs. Con amor, Mamá!